martes, 18 de enero de 2011

¡Quiero ir de rebajas!

Quiero comprar en las rebajas, y es que… ¡qué le voy a hacer si he nacido en este puñetero sistema capitalista! La verdad que no me compro ropa desde hace mucho tiempo, concretamente casi un año y lo peor es que estoy estudiando en la biblioteca y cada vez que pasa una chica me digo a mi misma: uy mira que conjunto tan mono, mira qué camisa, uy esa sudadera… y seguidamente me vuelvo a decir: querida Moyi, estudia hija que la ropa de Amancio Ortega no va a hacer que apruebes el examen.

Lo más curioso de todo esto es que a mí, lo de ir de compras me gusta lo justito, y suelo aburrirme pronto en una tienda. Además, lo que más coraje me puede dar es eso de tener que probarme ropa en el probador, porque para mí, un probador puede ser el peor sitio del mundo, sobre todo si en lugar de puertas son de cortina, una cortina que no se suele cerrar bien y que deja ver el interior del probador (conmigo dentro) por los lados.

Otra cosa que no entiendo de los probadores es ¿por qué no llegan hasta el suelo y tengo que ver las piernas de los de al lado?, ¿por qué ellos me las tienen que ver a mí? Sobre todo, me pregunto esto cuando no estoy depilada, que el día que le den a mis vecinos por mirar abajo y me vean a mí con esos peláncanos, lo mismo llaman a seguridad porque se creen que se ha metido a probarse ropa el Yeti o el Primo Eso de la Familia Adams.

Una vez dentro del probador, hay que quitarse la ropa, organizar la ropa que te vas a probar, la que llevas puesta…, un caos. Una vez organizado todo, a colocarse la ropa que te puedes llevar si todo sale bien, porque cuando has conseguido ponértela, ves que te queda grande, o pequeña, aunque a mi el problema es que me suele quedar grande. Ahora, hay que decirle a una amiga o a tu madre que te traiga otra talla más pequeña, y hay que esperar a que la consiga, por que con la suerte que yo suelo tener, casi nunca la hay.

Y cuando estás probándote lo que ya se supone que te queda bien, va tu madre y te abre la cortina a la misma vez que pregunta ¿cómo te está, niña? Entonces es cuando mi nivel de estrés sube, y como me estreso, pues compro lo justito.

Sin embargo este año tengo ganas de ir a las rebajas y renovar un poco el vestuario. Las rebajas están ahí y tratan de recordármelo los carteles de descuento en los escaparates que me dicen que si una falda está al 50%, que si una chaqueta está al 30%..., y también me lo recuerdan Natalia Verbeke y María Estévez en el anuncio de El Corte Inglés, aunque sinceramente, y no es por desmerecer a las muchachas, pero me gustaba más cuando las anunciaba Carlos Baute, no sé, pero me incitaba más a la compra.  





1 comentario:

  1. Ummm comprar en las rebajas es el sueño de todas eso sí sería mucho mejor si lo hacemos al más puro estilo Pretty Woman...todos a nuestra disposición!!!así da gusto comprar!!

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