miércoles, 30 de enero de 2013

Un año más


Acaba enero, un mes muy bueno para comprobar nuestra disposición a la hora de cumplir con los propósitos que, en un momento de energía y subidón, nos hicimos con la llegada del nuevo año. Hay gente que todavía no habrá empezado diciéndose a ellos mismos la cantinela de “mañana empiezo”, hay otros que ya han empezado para dejarlo más tarde y muy pocos los cumplirán durante el plazo previsto.

Yo, personalmente, paso de los propósitos. Unos años atrás, con cada año nuevo que llegaba me ponía a escribir mis propósitos, ahí, en bonito, con un papel en el que se podían leer rodeados de miles de dibujitos y colorines. Mi lista de propósitos, como si una cabalgata del orgullo gay se tratase, se podía ver de lejos.
Sin embargo, desde hace dos años, paso de propósitos y de listas, ¿para qué hacer nada si luego no cumplo ni la mitad? Así que después de dos años chungos y con algo más de sabiduría a mis espaldas, he decidido pasar de todo esto. Me estoy volviendo to’ malota, sí señor.

No obstante, aunque no haya ningún papel de por medio, este año he decidido hacer deporte, practicar eso de mens sana in corpore sano. Así que los martes y jueves salgo a correr, además de hacer un total de 48 sentadillas todos los días. Como siga así se me va a poner el culo como a la Venus de Milo, vamos, duro como una piedra, con el atractivo añadido de que yo tengo brazos y ella no.

También quería empezar a pintar un cuadro al óleo y ya lo he empezado, sólo falta retocar, ahora, que no sé cuando terminaré de dar esos retoques, pero oye, ya está casi, y eso que no ha terminado enero, todavía me quedan 11 meses por delante para hacerlo.Otra cosa que quiero hacer es aprender inglés, pero vamos un propósito tipical spanish, y escribir con más regularidad en el blog, pero es que me entra una perritis…pero bueno, hay tiempo.

Yo de momento, mañana no voy a poder salir a correr, el invierno ha hecho estragos en mi pequeño cuerpo. Tengo las manos moradas y llenas de sabañones, y me tiro todo el día como Bochan, con el moco colgando. Vamos, que un personaje de las películas de Tim Burton tienen mejor color de cara que yo.

¡Ay, los propósitos!!! Todos fruto del momento de euforia, pero no hay Nochevieja que no nos acompañen en nuestra cabecita. Sólo nos queda esperar y ver cómo se porta el nuevo año con nosotros.